martes, 1 de noviembre de 2011

VOYERISMO



Realmente volví de vacaciones  con un saco lleno de cosas que compartir y  volver a poner los motores en marcha me ha hecho demorar uno de mis grandes placeres : escribir y sobretodo escribir sobre nuestras casas , cómo son y cómo nos influencian.
Me gusta mirar los edificios e imaginarme cómo son las casas a las que pertenecen esas ventanas, las personas que viven allí, cuántos son de familia, si viven solos, si cocinan, las aficiones tienen, … o a veces el ejercicio contrario: miro las personas que pasan por mi lado, o los que tengo delante en una reunión y me imagino sus casas, cómo se relacionan con ellas, cuando me invitan reconozco a las personas según sus casas y a la inversa imagino sus casas según su forma de relacionarse… un ejercicio que por descontado hago continuamente con mi casa , es mi gran laboratorio: me reconozco en la planta de mi casa y con pequeños cambios busco grandes soluciones… ja, ja, ja y así voy consiguiendo no estancarme, me divierto, pruébalo y verás cómo funciona.

imagen de Alexandra Grablewski /Style&Files

Acabamos de pasar el fin de semana Halloween o Todos los Santos, otra vez hemos despedido una estación con una fiesta, veo que no me pierdo una… y con ella las velas para alumbrar a nuestros muertos, las castañas, boniatos, calabazas y panellets : un exceso de energía para prepararnos para el frío que se supone que nos ha de traer el Otoño.

Y todo teñido de naranja: el color del  amanecer y del atardecer, el de la imaginación, favorece la fertilidad y la energía sexual; proporciona vitalidad, sabiduría y ayuda a conseguir equilibrio emocional. Me encanta este   color , todos los alimentos que lo tienen y la estación que representa.
En FengShui utilizamos los tonos anaranjados en la zona centro del Mapa Bagua, y su elemento es la tierra. Lógico, no?
Mucho amor,
Natalia






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